domingo, 7 de abril de 2013

Clarity in the sense of silence

 
 Es un domingo en la tarde en tu casa vacía el que te dice que estás solo. Y aunque en la semana te llenes de mil actividades, llegan estos domingos para recordarte que todo lo demás es una ilusión óptica. Me puse triste por eso. No quise levantarme en todo el día. No pude en realidad. Se me acabó la batería que sirve para simular que estás bien. Llevo meses usándola, pero se agotó. Lo único que quiero es que esto se acabe.

viernes, 5 de abril de 2013

Desfiguraciones

 
 Me cuesta entender por qué tiendo a inflar tanto a ciertos personajes en la vida. No entiendo el sentido de la lucha entre lo que sabes que no es cierto y el querer que sea cierto. Uno empieza a confundirse. No sé por qué, a pesar de darme cuenta de que tal persona tiene un comportamiento despreciable, egoísta y desconsiderado, en otra parte de mi bondadoso corazón, lo adorno con guirnaldas y amables calificativos. Como que no quiero creer que la persona que ocupa mis afectos no es una ardilla de cola larga, sino un simple ratón de alcantarilla. Debo empezar a creerlo.

Great expectations

Cuando uno empieza algo nuevo en la vida, es normal plantearse frente ello con una mochila de expectativas en la espalda. El problema está en que, generalmente, todo eso que esperamos, pocas veces llega a cumplirse bajo los mismos lineamientos en que nos gustaría. En las relaciones humanas pasa igual, conoces a alguien, empiezas a tener onda, te entusiasmas y crees que podría resultar. Cuando te das cuenta de que todo lo que esperabas jamás pasará, la caída es dura. Lo sientes como un fracaso y te preguntas qué hiciste mal. Bueno, lo que hiciste mal fue ponerle muchas expectativas desde un principio. A pesar de eso, tampoco me gusta la idea de vivir la vida sin esperar nada de ella. Me siento más a gusto pensando que es válido ilusionarse, aunque al final te cueste un millón de desilusiones y porrazos.