domingo, 13 de octubre de 2013

jueves, 3 de octubre de 2013

Sobre El Golem

Ayer vi El Golem, película muda de 1920 realizada por Paul Wegener y Carl Boese, inspirada en la novela de Gustav Meinrik. La historia gira en torno a la creación de esta mítica figura a manos del rabino Loew con el fin de atemorizar al Emperador de Praga quien ha decretado la expulsión de los judíos. El rabino logra su objetivo y se cancela el decreto, pero a esas alturas, Golem ya se ha dado cuenta de su poder.

Si bien la historia tiene otros matices y simbolismos, me parece interesante verla como alegoría de que el súbdito siempre puede volverse contra su superior. Cada vez que alguien logre un cargo de alto rango o sea nombrado jefe de algo, debería ver esta película para no olvidar que no debe abusar de su poder.

También es probable que yo esté muy perdida.

martes, 1 de octubre de 2013

"From thinking you still might trace/ Uncalled-for to this day/ Your person, your place"

Hay dureza en aceptar que el tejido en común en el que te fuiste enredando por años, debe separar los hilos. Recogerlos y volver a formar una bola para desenmarañarla en otro lado. Pesa. No se hace con ganas cuando no puedes entender el sentido del desarme. Agobian las imágenes que van viniendo a medida que tiras  tus hilos de los suyos. Impresionan las pelusas enredadas que van volviendo y que antes no reconocías. Limpias los hilos de a poco porque no se puede de otra forma. La diferencia está en que sólo tú te quedas con la aguja y te has llevado las dolencias de esconderla abajo tuyo o en la almohada. Por eso hay que dejarla mirar el destejido. Al final, es la única pieza que respeta el sacrificio que hubo en cada hilo. 

martes, 28 de mayo de 2013

Uno de Larkin

Deceptions

'Of course I was drugged, and so heavily I did not regain
 consciousness until the next morning. I was horrified to
 discover that I had been ruined, and for some days I was inconsolable,
 and cried like a child to be killed or sent back to my aunt.'
 -Mayhew, London Labour and the London Poor


 Even so distant, I can taste the grief,
 Bitter and sharp with stalks, he made you gulp.
 The sun's occasional print, the brisk brief
 Worry of wheels along the street outside
 Where bridal London bows the other way,
 And light, unanswerable and tall and wide,
 Forbids the scar to heal, and drives
 Shame out of hiding. All the unhurried day,
 Your mind lay open like a drawer of knives.

Slums, years, have buried you. I would not dare
 Console you if I could. What can be said,
 Except that suffering is exact, but where
 Desire takes charge, readings will grow erratic?
 For you would hardly care
 That you were less deceived, out on that bed,
 Than he was, stumbling up the breathless stair
 To burst into fulfillment's desolate attic.

La soledad era esto

 

Llegan a dar risa las formas en que uno debe aprender la lección. Siempre he creído que las vueltas del mundo jamás dejan impunes las crueldades que uno ha hecho. Las pago ahora. Lluevo.

domingo, 7 de abril de 2013

Clarity in the sense of silence

 
 Es un domingo en la tarde en tu casa vacía el que te dice que estás solo. Y aunque en la semana te llenes de mil actividades, llegan estos domingos para recordarte que todo lo demás es una ilusión óptica. Me puse triste por eso. No quise levantarme en todo el día. No pude en realidad. Se me acabó la batería que sirve para simular que estás bien. Llevo meses usándola, pero se agotó. Lo único que quiero es que esto se acabe.

viernes, 5 de abril de 2013

Desfiguraciones

 
 Me cuesta entender por qué tiendo a inflar tanto a ciertos personajes en la vida. No entiendo el sentido de la lucha entre lo que sabes que no es cierto y el querer que sea cierto. Uno empieza a confundirse. No sé por qué, a pesar de darme cuenta de que tal persona tiene un comportamiento despreciable, egoísta y desconsiderado, en otra parte de mi bondadoso corazón, lo adorno con guirnaldas y amables calificativos. Como que no quiero creer que la persona que ocupa mis afectos no es una ardilla de cola larga, sino un simple ratón de alcantarilla. Debo empezar a creerlo.

Great expectations

Cuando uno empieza algo nuevo en la vida, es normal plantearse frente ello con una mochila de expectativas en la espalda. El problema está en que, generalmente, todo eso que esperamos, pocas veces llega a cumplirse bajo los mismos lineamientos en que nos gustaría. En las relaciones humanas pasa igual, conoces a alguien, empiezas a tener onda, te entusiasmas y crees que podría resultar. Cuando te das cuenta de que todo lo que esperabas jamás pasará, la caída es dura. Lo sientes como un fracaso y te preguntas qué hiciste mal. Bueno, lo que hiciste mal fue ponerle muchas expectativas desde un principio. A pesar de eso, tampoco me gusta la idea de vivir la vida sin esperar nada de ella. Me siento más a gusto pensando que es válido ilusionarse, aunque al final te cueste un millón de desilusiones y porrazos.

sábado, 23 de marzo de 2013

Brevísima impresión

Hace un par de días fui a una lectura poética con motivo del día mundial de la poesía. Principalmente fui porque mi amiga Catalina Espinoza, era una de las poetas invitadas. El segundo motivo es que estoy retomando toda la actividad literaria y eso incluye asistir a estos eventos. Si bien, hace muchos años que dejé de escribir, siempre seguí leyendo poesía. Estuve al tanto de las nuevas generaciones, de las que Catalina es parte. Por lo mismo, creo que he agudizado muchísimo mi punto de vista. Soy muy crítica de lo nuevo cuando me parece de mala calidad. No perdono con la justificación de que son principiantes, porque cuando alguien es malo, no hay caso. En esta lectura hubo mucho de eso. Entiendo que la escritura puede gatillarse muchas veces-o la mayoría de ellas-desde el dolor o la experiencia de ir descubriéndose en el mundo, pero eso dista mucho del sufrimiento adolescente donde todo es oscuro e inmaduro. Creo que nunca en mi vida había escuchado tan mala poesía. Me asombró saber que un par de asistentes habían sido pupilas de la Fundación Neruda hace muy poco ¿De verdad está tan mala la cosa? ¿Estas son las nuevas generaciones? Algo anda muy mal o la academia me endureció.

viernes, 22 de marzo de 2013

Tripas como corazones.

Que me deje de una vez y para siempre, para siempre, para siempre. O que me rapte a un bosque, me amarre a un árbol y se vaya. Pero no podemos seguir juntos nunca más.

miércoles, 27 de febrero de 2013

Weird

Hace unas semanas una compañera de trabajo hizo un análisis de mi estilo. Aunque criticó mi peinado, mis zapatos, etc. Se enfocó principalmente en mi manera de vestir. Según ella, tenía que cambiarla con urgencia. Decía que me veo demasiado joven, que mi estilo era muy nerd y que por lo mismo parezco una niña más que una 'mina'. O sea, básicamente, ella decía que tenía que dejar de lado todo mi clóset. Como los últimos meses he estado ocupada en la reconstrucción personal, pensé que quizás era acertada la crítica de mi compañera y la invité a mi casa para que analizara mi ropa. Fue muy traumático. Todo lo que vio le pareció mal. Con dolor de guata y frases como "¡pero esta es mi polera favorita en el mundo!" fui desechando prenda por prenda. Pasaron varios días en que la ropa quedó amontonada en el piso para ser regalada. Yo la miraba desde mi cama con nostalgia. Pensé que en realidad, siempre me he vestido un poco diferente al común de las personas. Me gusta verme distinta, no quiero ser una más del montón de minas con estilos sacados de catálogos de alguna multitienda. Odio hablar de mí en tercera persona, pero creo que la Berni es esa mina medio rara. No me la imagino de otra manera. No sé si sea malo que me vea más joven de lo que en realidad soy, pero si para verme mayor o verme más mina tengo que ser como todas las demás, prefiero quedarme como estoy. Naturalmente, doblé toda la ropa y la regresé a donde nunca debió salir.

martes, 12 de febrero de 2013

Without a Valentine

Se acerca el 14 de febrero y aunque uno no quiera, ver tanto amor alrededor, pasa la cuenta. Aunque he tratado de vivir la vida con más optimismo del que me caracteriza, igual la idea de estar sola me deprime. No estoy hecha para estar sola. Necesito querer a alguien, entregarle afecto, cariño, mimos y cuidados varios. Cocinarle algo rico, mirarlo dormir, esperarlo de buen humor cuando llegue del trabajo y hacerlo reír. Comentar tus días, dar un beso de buenas noches y dormirte después de decir te quiero. ¿Se siente bien la libertad? Sí, pero se siente mucho mejor estar en pareja. Como que te dan ganas de ser mejor persona, dan ganas de levantarte todos los días. Es el combustible que me permite soportar un mal día, ponerle el hombro. Puede que sólo esté muy sentimental y de verdad eso hace que me cuestione más de lo normal. Me pregunto qué estoy haciendo mal, qué tengo de malo, por qué nadie me corresponde. De verdad no lo entiendo, porque aunque suene poco humilde, me considero una partner como pocas. Soy ultra fiel (hasta de pensamiento) Soy cariñosa, buena cocinera, tengo buen humor, perdono rápido, me considero una persona medianamente interesante para conversar. Soy comprensiva, aperrada, en fin, me entrego al máximo por el otro. ¿Qué más se necesita? No tengo idea. Me siento como Charlie Brown.

domingo, 3 de febrero de 2013

sábado, 2 de febrero de 2013

Y luego, desaparecerá por completo.

Ella.- Oye… Igual que tú, yo conozco el olvido. Él.- No, tú no conoces el olvido. Ella.- Igual que tú, estoy dotada de memoria. Y conozco el olvido. Él.- No, tú no estás dotada de memoria. Ella.- Como tú, también yo intenté luchar con todas mis fuerzas contra el olvido. Y he olvidado, como tú. Como tú, deseé tener una memoria inconsolable, una memoria de sombras y de piedra. Luché por mi cuenta, con todas mis fuerzas, cada día, contra el horror de no comprender ya en absoluto el por qué de recordar. Y como tú, he olvidado.

viernes, 1 de febrero de 2013

Uno se salva.

Según las estadísticas de mi blog, hace más de cinco años que no escribo nuevas entradas. Según las estadísticas de mi vida, cuando uno está en periodos felices, las ganas de escribir disminuyen en extremo. Parece que en estos años que se fueron, andaba en esa. Ocupándome de esa felicidad que se vino de pronto a sacos llenos (y que se fueron vaciando de a poco) Quizás sólo sea una idealización al estilo "Todo tiempo pasado fue mejor", pero la cosa es que me distraje hasta desaparecer. Dejé de escribir poesía, dejé de ver a mis amigos, perdí lo que mi amigo Benjamín Otero solía llamar "la chispa vital". Subí diez kilos (que bajé hace tres meses), me licencié de literata, me transformé en toda una working-class girl. Haciendo un flashback, creo que en verdad tan feliz no era, simplemente me estaba ocupando de vivir. Mientras estaba adentro, no me parecía tan malo. Me involucré en un proyecto de vida que al final me consumió y del que por comodidad no hubiera salido por cuenta propia. Después de haber repasado mil millones de veces eso en mi cabeza, me di cuenta de que en verdad el universo me está dando la oportunidad de recuperar esa chispa que tenía antes de cumplir veinte, o más bien, antes de acostumbrarme a tener una vida de mierda. Gran parte de esta iluminación se la debo a que A. decidiera que ya no era feliz conmigo. Aunque debo decir que sentí rabia, porque yo de mucho antes sabía que no era feliz con él, pero nunca me atreví a dar el paso final. Prefería ser una infeliz cómoda que empezar de cero. Es increíble lo terrible que es fracasar en algo a lo que le apostaste todas tus fichas, sobre todo cuando a pesar de que sabías que igual ibas a perder, tenías guardada la pequeña ilusión de que las cosas al final se iban a arreglar. Me he sentido como un personaje de La insoportable levedad del ser, como un perro abandonado bajo la lluvia en pleno invierno o como un huevo frito al que se le rompe la yema mientras lo estás cocinando. Pero aquí estamos, dándonos cuenta de que no era tan terrible deshacer el rompecabezas y empezarlo otra vez. Hay que aprender a estar solo. A ser solo. De eso nunca más me voy a olvidar.